El PCI ( poder calorífico inferior ) es el calor de la combustión que no aprovecha la energía de condensación del agua.

El PCS ( poder calorífico superior ) aprovecha esta energía y, por tanto, con la misma cantidad de combustible, se genera.
(Hay más calor.)

El poder calorífico de la madera verde se ve afectado por el aumento de humedad en la misma. La figura siguiente muestra el coeficiente que se debe aplicar para obtener el valor real del poder calorífico. En términos generales, la biomasa puede tener un poder calorífico que oscila entre 3000 (3,5 kWh/kg) y 3500 kcal/kg (4,1 kWh/kg) para los residuos lignocelulósicos, como los residuos forestales y otros desechos de plantas.

Para los residuos urbanos, puede variar entre 2000 y 2500 kcal/kg (2,3-2,9 kWh/kg).

En cuanto a los combustibles líquidos derivados de cultivos energéticos, el poder calorífico puede llegar a las 10000 kcal/kg (11,6 kWh/kg).

Debido a estas características, junto con el bajo contenido de azufre de la biomasa, se convierte en un producto muy atractivo para aprovecharlo energéticamente.

El poder calorífico es una medida de la cantidad de energía que hay en una tonelada de pellets, y se determina midiendo el calor que se produce.

La norma ENPlusA1 exige un mínimo de 4.600 KWh/t, mientras que los bosques garantizan un mínimo de 4800 KWh/t.

Es importante tener en cuenta el poder calorífico, ya que los pellets solo pueden producir la cantidad de calor que contienen en el momento de su fabricación.

Un pellet con un poder calorífico bajo no tendrá la capacidad de producir un valor alto de KW/h.